Son períodos en la historia del desarrollo de la inteligencia artificial en los que hubo gran desilusión, recorte de fondos y desaceleración en la investigación debido a que los avances no cumplieron con las expectativas generadas.
Hubo principalmente dos etapas:
Mediados de los años 70: Ocurrió después de un entusiasmo inicial en los años 50 y 60, cuando se creyó que las máquinas pronto podrían pensar como humanos. Las limitaciones de hardware y la falta de resultados prácticos llevaron a reducir el financiamiento.
Finales de los 80 y principios de los 90: Sucedió tras la burbuja de los sistemas expertos, que resultaron costosos y difíciles de mantener. Nuevamente, los gobiernos y empresas perdieron interés en invertir.